Pelar los ajos y machacarlos finamente con una pizca de sal en un mortero.
Mezclar el ajo machacado con todos los demás ingredientes, ya sea con una batidora, un tenedor o un pasapurés, para hacer una crema.
Puede servir la crema directamente o dejarla en el frigorífico toda la noche. La crema rinde unos 500 g y se conserva al menos 3 días en un recipiente hermético en el frigorífico.